Cine

Malas, malísimas: CORA SMITH

Inteligente, ambiciosa, bella, con una poderosa sexualidad insatisfecha, une a éstas otras prendas: es manipuladora y traicionera. Ésa es la Cora Smith de "El cartero siempre llama dos veces", magistralmente interpretada por Lana Turner. Mala, malísima, de lo peor, peligrosa hasta lo inimaginable. Hembra en celo que manipula al macho para satisfacer su ambición y su lujuria. La mala más mala del cine, en una película buenísima, con una carga sexual como no se ha vuelto a lograr en ninguna otra. ¡Qué buenas son las malas de película!

LA BELLEZA DE BETTE DAVIS

Este artículo tiene dedicatoria: para el hermano de 43 años de mi amable comentarista.

Lejos de su más conocida imagen de mala, Bette, la inconmensurable y genial Bette Davis, también podía ser dulce, bella, femenina... y otras muchas cosas más.

Esta imagen es sólo una pequeña muestra. Pero hay muchas más en la página oficial http://www.bettedavis.com

Al hermano de mi amable comentarista (desde aquí, gracias a ambos): evita las fotos de su vejez, y los fotogramas de "¿Qué fue de Baby Jane?", salvo que prefieras, por cuestiones sentimentales, seguir experimentando por Bette el miedo que aún ahora te inspira.

Malas, malísimas: DIANA, FEMME FATALE INTERESTELAR

Diana, la mala más mala del mundo universo, al menos del televisivo. Mala, malísima, lista como ella sola, perversa, artera y taimada, ostenta en exclusiva la doble condición de lagarta y lagartona, ya que si bien esta última característica es inherente a toda mala de película que se precie, ninguna otra más que ella, esconde escamas verdes bajo su apariencia humana de mujer fatal, ni devora con fruición roedores vivos y humanos crionizados. Diana, femme fatale interestelar, rodeada de imbéciles e incompetentes, enfrentada a una buena con enjundia, la inteligentísima y  muy bella doctora Julie Parrish, pero ése es otro artículo...

Caray, Grant!

Esto es saber envejecer, y lo demás, tontería.

PURO EROTISMO

Gilda, la pecadora. Erotismo en estado puro. Provocación absoluta en el gesto y la mirada.

LAUREN BACALL

Enigmática y sofisticada. Lauren Bacall juega con las perlas mientras fija su mirada frente a sí. Como una esfinge, Bacall juega a las dobles apariencias, mirada y gesto aparentemente serenos, aparentemente tensos, ¿qué delatan sus ojos y ese jugueteo con el collar, una mano relajada, la otra ejerciendo una firme presión?

GREASE 3

Sandy les cuenta a las Damas Rosas (Pink Ladys) su versión. El chico que ha conocido es maravilloso, un caballero. Ellas opinan de otro modo, aunque algunas es por pura envidia. Después vendrá la sorpresa. Pero la cara de Sandy mientras recuerda es un poema.

GREASE

¿Quién podía creer que eran adolescentes? Pero GREASE vendía nostalgia como Sinatra estilo. Y las canciones y la coreografía son inolvidables. No es el fotograma más representativo de la película, pero ¿a qué es bonito? Y al fin y al cabo, es el comienzo cuando parecía el fin.

BARABARA STANWYCK

Una jovencísima Barbara Stanwyck. A su talento inmenso como actriz, sumaba su generosidad, afabilidad y buen corazón, que le granjearon el respeto y el cariño de sus colegas, de la prensa y del público.

ERROL FLYNN

Preciosa foto de Errol Flynn, cual moderno Capitán Blood, al timón de su yate. Pirata de lujo, a bordo de un barco de recreo que surca los mares a la aventura.

MONTGOMERY CLIFT 2

Siempre me gustó Monty. Siempre me fascinó esa mirada profunda y atormentada que despertaba mi instinto de protección al mismo tiempo que me arrastraba a imaginar qué oscuros secretos le torturaban. Pero he aquí que una foto, ésta, me ha llevado a un descubrimiento maravilloso: la espléndida carnalidad de sus muslos, a la vista de la cual son otros los instintos que se despiertan. Nunca hubiera imaginado así a Monty, tan apetecible bajo su aspecto algo etéreo, lejos de la sexualidad que proclama la anatomía estupenda de sus piernas. Podría cerrar perfectamente este artículo con un suspiro de deseo diametralmente opuesto a lo platónico de los sentimientos que siempre tuve por Monty, y sería comprensible, ¿verdad?

INGRID BERGMAN

Una de las actrices más bellas de todos los tiempos. La sonrisa más alegre y natural que le he visto jamás en foto alguna.

EL HOMBRE TRANQUILO

Pocas veces me he reído tanto con una película como con "El hombre tranquilo". Lo tiene todo, un guión inmejorable, un reparto de lujo, ritmo, humor, un punto de ternura... Una de esas películas que una no se cansa de ver, y que siempre deja un buen sabor de boca.

CLOONEY, EL ÚLTIMO GALÁN

No es su mejor foto, probablemente, pero en ella muestra lo que merece. Su talento, indiscutible. Pero no es eso lo que voy a destacar. Clooney es el último galán, tiene la apostura, la gallardía, el atractivo varonil y la clase de los galanes del Hollwood de antaño. Y esa mirada, pícara e irónica, esa sonrisa de gamberrete tierno y fuerte, es la del Clark Gable de "Sucedió una noche". Clooney pertenece por derecho propio y evidente al viejo star system, a la Edad de Oro de Hollywood, es un maravilloso anacronismo en el cada vez más vulgar mundo del cine.  Gracias, George, tú has conseguido que vuelva a soñar.

ROCK HUDSON

Sugerente perfil de uno de los actores más guapos y bien plantados que fabricó Hollywood. Hoy día sería un proscrito, y no hablo de su homosexualidad, que vivió en un obligado secretismo. Observen su mano y deduzcan. ¿Me sancionarán por difundir esta foto? Da igual, de jovencita, Rock Hudson era uno de los objetos de mis suspiros, y aún ahora, perdida o adormecida mi mitomanía cinematográfica, sigue gustándome a rabiar.

MONTGOMERY CLIFT, DIFERENTE

Me gusta esta foto de Monty porque es diferente, en ella se le ve relajado y a gusto, lejos de esa imagen atormentada y profunda que solía ofrecer.

DE CINE 4

Grace Kelly, la elegancia. Sobran comentarios.

GRACE KELLY

Una foto juvenil de la actriz, sin sofisticaciones. Belleza natural.

SIRENA SERENÍSIMA

Grace Kelly, bellísima, en las aguas transparentes de un lugar idílico que aún no era Mónaco.

De cine 3

Póker de reinas. Cuatro reinas de la pantalla grande, entre las cuales, sin desmerecer a las demás, ninguna comparable a Barbara Stanwyck, perfecta en cualquier papel y en cualquier género y una de las actrices con más personalidad y talento que han existido. Mi admiración por ella es absoluta.