UNA AVENTURA DIFERENTE
Estaban entusiasmadas. Cada una acogió bien las sugerencias de las otras y las tres enmendaron así alguna cosilla de sus relatos. Era estupendo escribir y contar una historia que había salido enteramente de su imaginación.
El trabajo había sido arduo y ya no tenían ganas de continuarlo aquella tarde. Las tres se pusieron de acuerdo para dejarlo por aquel día.
El siguiente era sábado, y no se reunirían ya hasta el lunes.
- Pero primero vemos "Islas perdidas" y luego ya escribimos- advirtió Raquel, que no quería perderse ni un solo episodio de la serie.
Pasó rápido el fin de semana y llegó el lunes; con él se reiniciaron las sesiones literarias. A las seis y media, las tres aprendizas de escritora estaban sentadas frente al televisor; a las seis y treinta y un minutos comenzaba "Islas perdidas": los cinco jóvenes náufragos intentan convencer a Jeremías de que les diga cuándo abandona el Kú sus dominios para ir allí e intentar descubrir su secreto; pero cuando han conseguido llegar, algo empieza a ocurrir en Tambú; están aislados en la morada del Kú y no advierten la conmoción de la isla.
Si querían conocer el desenlace, tendrían que ver el episodio del lunes siguiente.
- ¿Empezamos ya?- animó Rocío tras pasar un rato comentando "Islas perdidas" con tanto apasionamiento como si ellas fueran las sufridas y aventureras protagonistas.
Sin más dilación, haciendo caso de la sugerencia, se aplicaron con entusiasmo al trabajo.
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