Ya no sé
Solaz,
sosiego fingido,
sima disfrazada de paz plena,
nada
es lo que parece,
la nada,
el mundo lleno de nada;
ahondo y me pierdo
en el vacío,
ya no sé,
sólo imagino
y creo más nada
que puebla mi cabeza,
vértigo,
nada eterna
infinita nada sin fondo
que devora olvidos.
Presencias sólo,
presencias de la nada
hermosas, atroces
presencias del no ser.
Imágenes tan sólo,
apariencias de la nada
insondable y angustiosa.
Anegados en nada
mis recuerdos,
imagen de una imagen,
nada bañada en sentimientos que son nada
No es posible la paz,
la paz no existe,
no existe el mundo,
es sólo una palabra
inexistente.
Clama la nada
por un dios libertador,
omnipotente,
clama con un grito
imagen de sí misma,
un grito inaprehensible
que no es nada;
atrapada en sí misma
la nada generando nada
le grita a Dios que la destruya
porque sólo en la muerte está su salvación.
Nada doliente,
sufrimiento de partos
necesarios y vacíos,
trágica nada,
al fin Dios te escuchó.
16 de Febrero de 1987
Raquel Méndez Primo
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