Malas, malísimas: Gilda, la pecadora.

Gilda no es mala, Gilda es el pecado de la carne hecho mujer. A Gilda sólo le mueven dos emociones: el amor y el odio. Pero ambos con una pasión inusual, desmesurada. Una combinación peligrosa a la que se une el despecho. Por despecho, Gilda finge ser lo que no es. Por despecho, Gilda se dedica a enloquecer de deseo a todo varón que la mira lujurioso. Gilda no es mala. Gilda sólo es una mujer de emociones concentradas que por despecho finge serlo. Gilda es toda corazón: ama y odia hasta el extremo. Y el objeto de esas tres emociones eje de sus actos es Johnny Farrell, la horma de su zapato. La famosa bofetada... Qué relación la de estos dos personajes...
A Gilda la convirtió en mala el concepto de pecado de los censores de postguerra. Y la convirtieron en un mito erótico. Pero hoy, más allá del mito y de la lujuria, Gilda sería una pobre mujer enamorada que sufre en la misma medida que hace sufrir.
Bellísima Gilda, pecadora, incitadora al pecado de la lujuria, Gilda eterna , yo te comprendo.
4 comentarios
Raquel -
anonima -
Incita a la violencia de género.
A pesar de todo no me canso de la película ni de la escena.
Raquel -
yahoraquenbonita -
Besitos