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Cajón desastre

RESPUESTA A UN PADRE, DE UNA MADRE

:: Quiero tener más hijos
Para la persona que lo desconozca, tener hijos y disfrutarlos es de los mayores placeres que tenemos en la vida, y yo tengo suerte en ese sentido, pues tengo dos hijos sanos y preciosos, pero tengo un problema: quiero tener más. Pero, por desgracia, a la economía familiar de un obrero ya le viene justito llegar a fin de mes con cuatro integrantes en el seno familiar, por lo que, más que rogar, me gustaría implorar a mis gobernantes la posibilidad de ofrecer ayudas económicas para poder tener un tercer y cuarto hijo en el futuro. Y añadir una cosa más en pro de mi ego: si estos gobernantes vieran a mis hijos, aplicarían una ley para fomentar la natalidad de inmediato.
Enrique Esteban - Cartas - 20 MINUTOS

Señor Esteban:

Parece deducirse de su carta, que quien se ocupa directamente de la casa y los niños es su esposa. ¿Ha consultado con ella la posibilidad de aumentar la familia? ¿Ella está de acuerdo? Porque si es así, no lo entiendo. Para usted será un placer enorme disfrutar de sus hijos, pero ¿cuánto tiempo pasa usted con ellos? Si de verdad es un obrero, como usted dice, no creo que sea mucho. Es su mujer la que lleva a cabo todas las tareas cotidianas, rutinarias y agobiantes que trae consigo el tener hijos. Es relativamente fácil llegar del trabajo, descansar un rato y luego entretener un ratito a los niños mientras mamá, que no descansa, prepara los baños, las cenas, se ocupa de acostarlos. Previamente, a lo largo de todo el día, ha tenido que levantarlos, ocuparse de su aseo y alimentación, llevarlos al colegio si están en edad escolar, realizar todas las tareas domésticas imprescindibles para la buena marcha de la casa (limpieza, lavar, tender, recoger, planchar y guardar ropa, hacer la compra y la comida), regogerlos del colegio para volver a llevarlos por la tarde si no tienen jornada continuada, hacerles comer, llevarles de nuevo al cole, recoger la cocina y después a los niños, llevarlos a posibles actividades extraescolares y ocuparse de las meriendas... Eso si no hay bebés a los que cambiar pañales...  Y, desde luego, que no se pongan enfermos, porque es mamá quien los lleva al médico y quien hace todas las guardias nocturnas. Por no  hablar de los nueve meses de embarazo, que en el mejor de los casos es una situación incómoda, con molestias constantes, y del parto y el postparto. Vamos, que los hijos de familia obrera suelen ser de la madre, si usted me entiende. Señor mío, hable usted con su mujer porque no puedo creer seriamente que ella esté de acuerdo en esclavizarse aún más. Y si lo está, es que algo falla. Y eso se lo dice con conocimiento de causa una madre de tres hijos, ama de casa y esposa de un obrero como usted.

6 comentarios

Puri -

Son mis hijos, no lo digo yo, es que me lo dice todo el mundo; hastala chica de América del Sur.
Los suyo.... sólo en foto, pero.... ¡Como indios!

Anónimo -

Ésta se ha debido de creer que somos tontas.

Autora -

Querida Puri: leído tu comentario, me he quedado sin palabras. Creo que no necesita apostillas. Eso sí, quiero defenderme de la acusación de rareza. Y además de ello, decir, también con la mayor objetividad, que mis hijos sí son los más guapos y los más listos del mundo.

Puri -

No he podido contestar antes a este señor tan extraño, mis labores de ama de casa me lo han impedido.
Yo tengo algo que decir; tanto la autora como la anónima, no deben hablar por hablar, deben comprender a este señor, el es obrero como mi esposo por lo que no hay problema en tener todos los hijos que Dios quiera darnos.
Ahora, bien, si no es dela clase de obreros que mi esposo, estoy del lado de ustedes, su esposa tiene mucho que decir y por mucho que fomenten las autoridades la natalidad, no hay dinero que pague la esclavitud.
Yo, si no fuera por esta chica del sur de América estaría perdida.
En cuanto a que sus hijos podíanser el anuncio televisivo para procrear, yo discrepo, porque como los mios ningunos.
Todos los padres que conozco dicen lo mismo de sus hijos, les ciega la pasión de padres, excepto a mi que soy objetiva.
Bueno, señor Esteban, usted es muy raro. Y la autora y la anónima un poquillo, también.

Autora -

Ha sido muy rápido mi amable comentarista anónimo en la lectura de este artículo. Tanto, que no me ha dado tiempo a rectificarlo antes de que hiciera su comentario. Espero que lo lea de nuevo y me diga qué piensa del añadido. Creo que tengo más razón que un santo.

Anónimo -

Sr. Esteban:
A usted no le funciona el riego. ¿Ha pensado si su esposa pide el divorcio?
Si su esposa pide el divorcio, entonces si se va a enterar de los que \"cuesta un peine\". Porque trabajará muchas más horas y aún así no le sobrará ni para un alquiler y además el día que le toque la 24 horas tener a sus hijos, no podrá descansar ni un segundo, y desde luego olvidese de las cañas con los amigos en el bar, la comida \"no precocinada\", la ropa limpia y planchada.
Entonces apreciará la labor de su esposa y se planteará el tercer hijo.