Pequeñas reflexiones: ELEGANCIA II

La mujer más elegante que conozco sabe quién es y lo que quiere, pero no le vale cualquier medio para conseguirlo. Si no lo logra, lo acepta con buen humor, sabe perdonarse los errores porque no busca la perfección: sabe que la perfección no existe. No compite contra nadie, no le interesa ser mejor que los demás, su referencia es ella misma, su éxito es superarse. No va de nada porque no necesita demostrar nada, es natural, auténtica.
2 comentarios
Raquel -
anonima -
Mi abuela no tenía que demostrar a nadie su elegancia, se notaba por allá por donde fuera.
Por desgracia, su elegancia no pasó a mi madre y creo que a mí tampoco, aunque no dejo de intentarlo, sólo por sentirme mejor conmigo misma.