Blogia
Cajón desastre

PRINCESA ANA

PRINCESA ANA

Después de todo, sí sabía conducir la vespa.

6 comentarios

Raquel -

¡Jajajaja! Pero a quién se le ocurre...

Anónimo -

Yo lo intenté y podéis imaginar que ocurrió.
La moto y casi el piloto, al suelo. Mis intimidades al aire y el dueño de la moto enfurecido. Porque ya sabéis que los moteros son amantes de sus motos.

Raquel -

Era por una razón práctica que nada tenía que ver con los escaparates. A ver quién era la guapa que se montaba a horcajadas en una moto con una falda de tubo.

xOsse -

Lo que más me llamaba la atención del las motos en aquella época es como se sentaban las chicas cuando ivan atrás... Mientras los chicos trataban de no estrellarse contra una farola (porque estas motos eran más falsas que una escopeta de feria), las chicas mirando escaparates.

Raquel -

Ni te pregunto, porque como yo también la tengo, ya sé de qué. Pero no es envidia, es pura admiración: qué belleza hasta con la cara lavada, qué clase, qué elegancia, qué... qué... Lo tenía todo.

Anónimo -

De ella, yo, si tengo envidia.